La frase de la semana
"Todo esto está muy bien, pero, ¿quién es el General Moltke"
En ocasión de la batalla de
Königgratz (Sadowa), durante la guerra Austro-Prusiana de 1866, el Jefe del
Estado Mayor de Prusia, General Helmuth Karl Bernard von Moltke, envió a un
oficial con órdenes para el comandante de una de las divisiones del ejército
prusiano, ya empeñada en la gran batalla. La frase del comandante en cuestión,
al enterarse de las órdenes, parece exorbitar la realidad, ya que es poco
creíble que ignorara quién era el Jefe del Estado Mayor desde hacía casi diez
años. Pero hay una explicación: recién a partir del 2 de junio de 1866 el Jefe
del Estado Mayor pudo comunicar directamente sus órdenes operativas a quienes
habrían de ejecutarlas, las que hasta ese momento eran transmitidas a través
del Ministerio de Defensa. La guerra comenzó el 14 de junio. El Ministro de
Guerra prusiano, Albert von Roon, pujaba ante el rey Guillermo por influir
decisivamente sobre las actividades militares. Contaba para ello con la actitud
de Moltke, indiferente a los cabildeos políticos, de carácter de retraído y
volcado totalmente a su tarea en el Estado Mayor, con la cual, junto a
Bismarck, fue el artífice del proceso político-militar de unificación alemana, que culminó en 1871.
Por cierto, fue a partir del triunfo sobre Austria que Moltke, "sorpresiva
e inesperadamente", se convirtió en el más prominente de los consejeros
militares del Rey Guillermo.
Siempre recuerdo la impresión que me causó la primera vez que sentí nombrar a Moltke el Viejo. Me llegó en una de las entregas de Historia de la humanidad, una especie de enciclopedia de la Historia que me fascinó. Lo cierto que cuando leí sobre la unificación alemana constaté que siempre se hablaba de Bismarck y muy poco o casi nada de Moltke. Tan así era de humilde y sencillo este hombre de pocas palabras. Hasta que un día en clase de 3er año en el Nacional donde cursaba mis estudios secundarios, ante la pregunta de quiénes fueron los hacedores del Imperio Alemán dije: "El rey Guillermo, Bismarck... el genio militar de Helmuth Moltke" ante la desconcertada mirada de mis compañeros que no tenían ni la menor idea de quién era el último... la profesora cambió su rostro en extremo serio por una espléndida sonrisa de aprobación, y supe entonces que había ganado una pequeña batalla en pos del conocimiento, la primera y fundamental CONOCER Y RECONOCER A AQUELLOS QUE DEJARON UNA HUELLA EN LA HISTORIA Y QUE DEBEN SER RECORDADOS
ResponderBorrarMás allá del "genio militar" que tan oportunamente mencionaste, Moltke era un personaje especial con relación al estereotipo del oficial prusiano (después de todo, no era prusiano sino de Mecklenburg.) Salvo sus primeros años como oficial, nunca tuvo mando de tropa ni entró en combate, excepto una muy breve experiencia como asesor militar en Turquía. Era un humanista: escribía novelas cortas, tradujo los seis tomos de Gibbon y las cartas que envío durante sus años en Turquía fueron muy comentadas por su estilo, muy depurado. Lo mismo con los relatos de sus muchos viajes. Acentuando las diferencias, se casó con una inglesa...Como autor militar, algunos (Rothenberg, por ejemplo) lo han puesto por encima, inclusive, de Clausewitz. Como decís, era humilde, sencillo, reservado, monárquico pero alejado (y ciertamente indiferente) de la política. Ferrocarriles, caminos, organización del Estado Mayor, estrategia (marchar separados, atacar juntos...), Königgratz, Sedan, Metz... Gracias por el comentario. Un abrazo Fernand, condotiero.
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