Rommel cruzó la frontera Germano-Belga desde el Eifel el 10 de mayo de 1940, día en que alcanzó St. Vith y Vielsalm. Al día siguiente enfrentaba a las avanzadas de la DLC 4 en los alrededores de Hotton, para ganar el cruce del río Ourthe. Veinticuatro horas más tarde llegaba a Ciney y Leignon a 100 kilómetros de su punto de partida.
De los primeros encuentros con las tropas aliadas Rommel concluyó que era de fundamental importancia abrir fuego rápidamente pues “…la victoria se inclina del lado de quien haya inmovilizado primero al adversario con sus armas” . Observó que el disparar contra el enemigo primero, aunque éste no fuera visible, le permitía obtener la iniciativa en el combate e imponer su voluntad. Estas experiencias obtenidas por Rommel y que aún hoy en día tienen validez, tuvieron efectos devastadores sobre las tropas francesas que, como dijéramos anteriormente no disponían de la mejor moral de combate.
La PzD 7 llevaba la delantera del cuerpo blindado. Como, a diferencia del resto de las divisiones blindadas alemanas, poseía un solo regimiento panzer, el 25 con 218 tanques, el Grl Hoth decidió enviarle en apoyo al PzR 31 del Cnl Werner, desprendiéndolo temporalmente de la PzD 5. Este refuerzo ampliaba el frente de avance de Rommel mejorando sus posibilidades de hallar un punto de penetración en las líneas aliadas.
Rommel alcanzó el Mosa el 12 de mayo, entre Dinant y Houx encontrando que los puentes sobre el río habían sido volados por los belgas ante su avance. Frente a él se encontraban las tropas del Ej 9 del Grl Corap quién frente el avance alemán había ordenado ese mismo día el repliegue de sus fuerzas detrás del Mosa. Al tiempo en que las avanzadas germanas llegaban a Dinant las defensas francesas reunían a los restos de la maltrecha DLC 1 y más al norte en Yvor la DLC 4. Para cuando las fuerzas alemanas se concentraron sobre el río para preparar el cruce la defensa enemiga contaba frente a Givet con parte de la DI 22, a la que le faltaban algunos batallones que estaban en maniobras de práctica, y la DI 18 tipo A que había tenido que recorrer 90 kilómetros de territorio belga para alcanzar el Mosa frente a Dinant. Las defensas fijas belgas en el sector ofrecían algunos bunkers que en su mayoría carecían de planchas blindadas de protección por lo que resultaban vulnerables al fuego de los tanques. Como se puede observar los defensores llegaron al río al mismo tiempo que la división de Rommel por lo que, pese a sus valientes esfuerzos no podían ofrecer una defensa firme. Esta es una de las consecuencias de la posición del gobierno belga de no permitir el avance francés hasta iniciado el ataque alemán.
Ese mismo día tropas del B Motociclista 7 encontraron frente al pueblo de Houx una pequeña isla en medio del río, que como descubrieron luego se hallaba conectada a ambas orillas por una vieja presa de piedra, que permitía el paso en fila de a uno a los soldados. Las presas sobre el Mosa no habían sido voladas debido a la sequía, pues se temía que pudiera bajar el caudal del río y multiplicarse así los lugares de vadeo. El batallón alemán aprovechó esta oportunidad y logró poner varias compañías en la ribera occidental el mismo día de su llegada y al día siguiente alcanzar el pueblo de Grange a dos kilómetros al oeste del Mosa.
El día 13 de mayo las tropas alemanas comenzaron a intentar cruzar el río en botes de asalto bajo un nutrido fuego de armas livianas y artillería francesa. El mismo Rommel se encontraba entre las tropas de vanguardia recorriendo los distintos puntos de cruce y en su relato señala que el fuego recibido era poderoso, pero que no se veía ningún enemigo. Observamos aquí que el criterio del campo de batalla vacío continúa vigente. Señala asimismo Rommel que el cruce se podría haber facilitado por medio de una cortina de humo pero admite que carecía de ese recurso, por lo que ordenó en su lugar, que se incendiaran algunas casas en la ribera. Aún con este medio la resistencia que se presentaba era fuerte pero se manifestaba mayor al sur de Dinant que en el norte de allí.
En esa zona se hallaba un pueblo llamado Leffe donde Rommel decidió intentar el cruce concentrando el fuego de protección de un grupo de tanques y dos obuses de campaña contra las posiciones francesas de la orilla opuesta. El método dio resultado acercando los tanques hasta unos 50 metros de la orilla donde marchaban paralelos al río con sus torres giradas 90 grados. Bajo esa protección se logró el tendido de un cable que permitió el remolque de pontones y el paso de botes de goma. Rommel se puso entonces a la cabeza del R de Fusileros 7 (RFus 7) y cruzó el río en un bote. Al llegar a la otra orilla hubo de enfrentar un ataque de tanques franceses. La compañía de infantería que había logrado cruzar hasta el momento no poseía armas antitanque, pero igualmente fiel a su aprendizaje Rommel ordenó abrir fuego de inmediato sobre los blindados, los que retrocedieron a más de un kilómetro de las posiciones alemanas. Como consecuencia de ello los soldados franceses ocultos en los alrededores se entregaron como prisioneros.
Los mandos franceses estaban recibiendo, producto de sus malos sistemas y medios de comunicación, información poco clara y tardía; así el Grl Boucher comandante de la DIMot 5 se enteró a la una de la mañana del 13 de mayo del cruce alemán, mientras que el Grl Martin, comandante del CE 11 responsable del sector, lo hizo recién a las cuatro de la mañana; como no pudo comunicarse con el Grl Corap tuvo que planear por su cuenta un contraataque. Esta operación consistía en retomar Grange por medio de un ataque del RIMot 39 y de un escuadrón de taques, la hora fijada para el ataque eran las 0730. El regimiento de infantería informó sucesivamente a las 0630 y a las 0745 que su unidad no estaba lista para el ataque, el cual ya había sido pospuesto para las 0800 horas. Sin embargo el escuadrón de tanques no fue informado de esto por lo que avanzó en solitario y arrasó las posiciones alemanas que encontró, capturando ocho prisioneros, pero faltos de infantería para asegurar el terreno, los tanques se vieron obligados a replegarse.
Algo más al norte el Grl Boucher planeó su propio contraataque en la intención de tomar el pueblo de Aut.-le-Wastia al noroeste de Grange. Pensaba hacerlo en la madrugada del 13 de mayo con un batallón del RI 129que no pudo preparase hasta una hora después de lo previsto cuando fue dispersado en su zona de reunión por la Luftwaffe. Boucher decidió emplear entonces un regimiento de dragones motorizados, que no estuvo disponible hasta 24 horas después en que alcanzó con éxito el objetivo fijado.
En tanto esto sucedía Rommel había logrado hacer cruzar con éxito a buena parte del RFus 7 por Leffe en dirección a Onhaye, mientras que al norte la cabeza de puente de Grange estaba siendo reforzada por el RFus 6 y el batallón antitanque de la división.
El 14 de mayo la situación de la PzD 7 era aún precaria, pero auspiciosa. El RFus 7 del Cnel Bismarck estaba muy cerca de Onhaye y Rommel había logrado cruzar 30 tanques vía Leffe, en tanto en el norte la cabeza de Grange continuaba reforzándose. Sin embargo estas posiciones habían dejado bolsas de resistencia en su retaguardia que debían ser eliminadas. La maniobra prevista para asegurar el cruce había sido estudiada por la división en los ejercicios y prácticas realizados en Godesberg. Se trataba de avanzar y asegurar Onhaye para luego torcer hacia el norte y atacar por la retaguardia a las tropas que defendían el Mosa.
En la mañana del 14 Rommel recibió un súbito mensaje de Bismarck comunicándole que estaba rodeado, de inmediato ordenó enviar hacia Onhaye los 30 tanques disponibles en la orilla occidental.
Este avance blindado al que se sumó Rommel no encontró resistencia alguna por lo que parece que Bismarck comunicó que había “llegado” (eingetroffen), en vez de estar “rodeado” (eingeschlossen) . Reunido con Bismarck, Rommel le proveyó cinco tanques para que rodeara Onhaye y comenzara luego su marcha hacia el norte, mientras que él y el Cnl Rothenburg con el resto de los blindados bordeaban el bosque al norte de esa localidad. Mientras realizaban esta operación las columnas comenzaron a recibir fuego antitanque y de artillería debiendo refugiarse en el interior del bosque. El fuego era muy preciso y Rommel pidió el apoyo de la aviación para que con sus Stukas silenciaran las baterías francesas. Poco después las tropas alemanas capturaban en una de las casas de la ciudad a un capitán francés de artillería que valientemente había reglado el fuego de los cañones galos. Por la tarde el pueblo caía en manos alemanas.
Las tropas que intentaron contener a Rommel pertenecían a la DI Norteafricana 4 (DINA 4), una de las mejores divisiones del ejército y que hasta el momento había estado en reserva. Esta unidad debía operar en conjunto con la DCR 1, pero sucedieron algunos eventos que hicieron fracasar esa acción. La DCR 1 pertenecía a la reserva del GQG y Gamelin la había destinado originalmente a apoyar el Plan D. Para ello el 11 de mayo fue enviada a Charleroi a donde llegó la noche del 12, durante el día 13 permaneció inmóvil mientras los Grls Georges, Billotte y Corap se disputaban su empleo. A la media noche se decidió empeñarla en apoyo del CE 11 del Grl Martin, pero no fue hasta las 1300 horas del día 14 que se emitieron las órdenes. De allí que sólo estuviera disponible para el combate en la región el día 15.
Estos eventos son los que condujeron al empleo solitario de la DINA 4 contra Onhaye. Contrariamente a lo que podría suponerse se dio a esta división un papel defensivo lo que facilitó la afirmación de la cabeza de puente de Rommel sobre el Mosa.
Mientras esto ocurría la situación empeoraba para los franceses.
Una división de infantería alemana estaba cruzando el Mosa en Yvoir, en tanto que otra presionaba a la DI 22 (tipoA) en Givet, la que retrocede súbitamente debido a que su Jefe de Estado Mayor ordenó un desatinado repliegue. Preocupado por la inseguridad de la posición de sus DI 18 y DI 22 a las 1900 horas del día 14, el Grl Martin ordenó su repliegue tras la línea Florennes-Vodecee. Tras los franceses Rommel avanzaba a paso firme alcanzando su penetración una profundidad de 12 kilómetros.
Mientras Martin intentaba armar una nueva línea de defensa, su jefe el Grl Corap a las 1400 horas del día 15 informaba al Grl Billotte que deseaba retirar al Ej 9 a sus líneas originales en la frontera Francesa.
Billotte lo autorizó pero le ordenó detenerse en la línea Walcourt-Rocroi. El resultado de este repliegue fue desastroso y marcó el comienzo del fin del Ej 9. Nuevamente las malas comunicaciones francesas hicieron estragos en la conducción de la batalla, algunas unidades recibieron las órdenes originales, otras fueron informadas del repliegue pero a la línea del Grl Martin, y algunas no recibieron ninguna orden. Hubo unidades que no pudieron siquiera moverse y muchas se desbandaron y huyeron hacia el oeste. Como muestra de este desorden Corap solicitó apoyo aéreo para proteger la retirada pero no pudo informar dónde se encontraba la línea del frente de su ejército.
En tanto Rommel ordenaba al Cnl Rothenburg avanzar el 15 hasta Cerfontaine a 13 kilómetros más allá de Philippeville, en su flanco derecho avanzarían los tanques del Cnl Werner. Estas acciones contarían con el apoyo de los Stukas de la Luftwaffe.
La columna de Rothenburg, en la que viajaba Rommel se encontró con la DCR 1 del Grl Bruneau atrincherada en Flavion. La división blindada francesa había llegado al lugar el día anterior y como su columna de aprovisionamiento de combustible se encontraba a retaguardia, su comandante se preparó para repostar el día 15 y operar después del medio día. Conforme a ello ordenó a su artillería replegarse y sólo dejó una batería de seis piezas para apoyar a los tanques inmovilizados por falta de carburante. Cuando Rommel se encontró con los blindados franceses alrededor de las 0830 horas, éstos ya habían sido atacados por los Stukas. Los tanques alemanes atraparon a los franceses mientras cargaban combustible. La refriega fue terrible y aunque los cañones alemanes no podían penetrar el blindaje de los Char B, los artilleros pronto aprendieron que sí podían dañar sus cadenas.
Rommel decidió flanquear a la división de Bruneau y dirigirse hacia el sudoeste sabiendo que los tanques del Cnl Werner avanzaban directamente contra la DCR 1. Bruneau intentó evitar esta trampa y a las 1400 horas ordenó el repliegue al norte de Florennes, pero ya era tarde. Las pérdidas en tanques franceses fueron terribles, incluyendo en ello los que fueron incendiados por sus propias tripulaciones al quedar inmovilizados. Del BTan 37 sólo quedaron cuatro tanques, del 28 dos vehículos, el 26 perdió muchos de sus tanques ligeros y sólo el 25 estaba regularmente completo debido a que llegó tarde a la batalla por haberse perdido la noche anterior. A partir de aquí la DCR 1 había virtualmente dejado de existir, esa misma noche emprendió la retirada hacia la frontera francesa llegando allí con sólo 17 tanques de los 150 de su dotación original.
Para las 1200 horas Rommel había ocupado Philippeville y avanzaba hacia Cerfontaine, en el camino había capturado 450 prisioneros y destruido 75 tanques.
Esta veloz penetración había conseguido en tres días desbaratar al Ej 9. La DI 18 se disolvió y la DI 22 corrió la misma suerte, con ellas desaparecía el CE 11 del Grl Martin. La DINA 4 no tuvo mejor destino, barrida por el asalto de tanques e infantería alemana, que llegaron a capturar su puesto de mando en Neuville, se fragmentó y dejó de ser una fuerza efectiva de combate.
En las operaciones cumplidas alrededor del cruce del Mosa en Dinant se observa el contraste entre las doctrinas francesa y alemana.
Los galos marchando a ritmo de la infantería y supeditando a esa velocidad el resto de las armas carecieron de reflejos para poder responder a los ágiles movimientos alemanes. Una prueba de ello lo da el repliegue de la artillería de la DCR 1 motivado por el supuesto de que no iba a ser empleada de inmediato y que para cuando ese momento llegara habría tiempo para su despliegue. Ese tiempo sólo existía en los reglamentos franceses que interpretaban la guerra como si aún estuvieran en 1918. Del mismo modo los sistemas de comunicaciones y comando respondían a una época perimida. Aunque los soldados franceses pelearon valientemente su doctrina, que fraccionaba las funciones de las armas, no planteaba su actuar combinado y necesitaba de una estabilidad en el frente para poder tener tiempo de lanzar un contraataque, les impidió empeñarse exitosamente contra los germanos.
Por su parte éstos operaban con sus armas combinadas sobre un frente completamente móvil y persiguiendo más la desestabilización del enemigo que la propia estabilidad. Para apoyar esta fluidez operacional contaban con los equipos de comunicaciones, procedimientos y sistemas de comando necesarios. Así Rommel nos señala que su éxito en el Mosa estuvo ligado a su movimiento constante dentro del área de su división y acompañado del equipo de trasmisiones necesario para emitir órdenes directamente a los jefes en la primera línea de combate. Señala además que su presencia en estas unidades facilitó la cursación de las órdenes pues ”…La utilización exclusiva de la radio desde el puesto de mando no hubiese dado resultado, porque debido a la necesidad de usar el código se hubiese tardado demasiado en mandar los partes a la división y en recibir las órdenes de ésta. Sin embargo se mantuvo constante contacto radiofónico con la sección de operaciones divisionaria, que se encontraba más atrás y cada mañana, a primera hora, así como por las tardes, tenía lugar un detallado cambio de impresiones entre el comandante divisionario y su jefe de operaciones. Este método demostró resultar sumamente eficaz.” .
Bibliografía
Bibliografía
Rommel E., 1954”Memorias (Los años de victoria)”, Biblioteca del Oficial
Vol.436,. Buenos Aires, Círculo Militar.
Horne A., 1974, “La Batalla de Francia”, pág.306, Barcelona, Editorial Bruguera.
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